miércoles, 16 de mayo de 2012

1 año de 15M

Como lo primero es lo primero, quiero empezar esta entrada dando mi agradecimiento a todo aquel que se haya movilizado con este movimiento. Reconozco que yo podría haber hecho bastante más, pero sinceramente no va con mi carácter, y siempre me ha costado mucho trabajo. Por eso reconozco el trabajo de los demás y si os sirve de algo, ahí queda mi agradecimiento, por vuestro trabajo y dedicación y por los estupendos actos conmemorativos de este movimiento, que si bien a lo mejor no ya tenido la trascendencia de hace un año, pero siendo de esperar, han congregado a multitud de personas y además guardando las formas y con un actitud cívica creo que inmejorable.

Desde sus comienzos, en particular vi una oportunidad estupenda para que supiera toda la clase política y chupopteros parásitos que los rodean, que existe una sociedad que no traga con todo, y que por supuesto está dispuesta a pelearse una calidad de vida que representa un estado social y democrático de derecho. Era normal que se produjera ante los desmanes ocurridos desde el año 2000 hasta la fecha. Y si, digo hasta la fecha porque aun siguen ocurriendo, y que nadie lo dude. Es por ello que esta movilización no debe acabar, como método de regulación de una clase política, que al tener el poder para crear leyes, con el solo limite de otra ley superior como es la Constitución, se ha creado un mercado propio en el que todo vale y nada tiene consecuencias.

Lo que en un principio vi una estupenda oportunidad que se debería haber hecho muchísimo antes, me fue amargando el sentimiento con este movimiento, debido a la actitud violenta, chulesca y provocadora de unos pocos que dirigían el asunto. Me explico: se puede manifestarse uno indefinidamente sin tener que ocupar una vía o espacio público. Solo se tiene que marchar uno a dormir a su casita y volver al dia siguiente tempranito a expresar su desilusión e indignación por la situación de la clase política.

Pero no, no solo se acampa (en vez de irse a Conil o a Tarifa), sino que se unen toda clase juglares y bufones habidos y por haber. No, señores, no.

No solo eso, encima lanzan proclamas socialistas, comunistas, marxistas o incluso anarquistas. Todo ello amparado en que todo el mundo puede expresarse en este foro. Pues no, señores, esto lo que genera es que se crea que el movimiento 15M haya degenerado en extremaizquierda. De hecho solo hay que leer los manifiestos y proclamas de sus infinitas páginas web, en la que no se salva ni una de este discursillo panfletero barato. Flaco favor se están haciendo. Así acabaran con el movimiento, ya que se quedaran sin apoyos de masas.

En vez de hacer un discurso de cambio de sistema capitalista por uno comunista o anarquista, por qué no giran un poco este discurso a otro más sosegado que no entrañe revoluciones, movilizaciones extremistas y demás tonterías que nadie echa cuenta.

Esa es la impresión que tengo yo, claro está, que no voy a sus reuniones, y por tanto merezco todos y cada uno de sus reproches en este sentido, pero si leo sus páginas asiduamente. Y es la impresión que dan.

En mi opinión, se debería dejar de dar mensajes radicales y ahondar en los temas que la inmensa mayoría estamos de acuerdo y dejar de escandalizarse por absolutamente todo, y no solo con lo que de verdad es un escándalo, dejandose de acampaditas y demás tonterías de esas, que son excusas para venga otro por detrás como yo y critique a este movimiento tan necesario en los tiempos que corren.

Perdonad mi claridad si alguien se siente agraviado, pero es mi opinión. Espero que se tome como una critica constructiva y nunca como destructiva, ya que reconozco que el movimiento es muy útil y el trabajo que realizan es bastante de agradecer, pero se puede hacer mejor. Gracias a tod@s y perdonad que no sirva para hacer el trabajo que estáis haciendo vosotros.

jueves, 3 de mayo de 2012

Nunca me he podido callar… ¿Por qué lo voy a hacer ahora?



Es una sensación personal que desde hace un par de años la sociedad española se encuentra más politizada que de costumbre. Ahora todo el mundo sabe de política, macroeconomía, funcionamiento de las administraciones públicas y sobre todo derecho civil y político. Sin embargo, pensándolo bien, no es de extrañar, ya que anteriormente todo el mundo era médico, arquitecto, ingeniero, y así un largo etcétera. Todo el mundo sin tener una preparación, no ya incluso académica, sino autodidacta, opinaba a la ligera de asuntos tan diversos como los que he expuesto anteriormente. Era ya la hora de que se convirtieran en expertos en política, economía, macroeconomía y funcionamiento de las administraciones públicas.

Como digo, mi impresión es que esto sucedió hace un par de años, llegando a la cúspide con la generación del movimiento llamado 15M. El resultado es que un mes más tarde, aquí todo el mundo era experto en unos temas, que un mes anterior ni les importaba un pimiento ni conocían y ni les interesaba. Es más, les aburría la política. Y con dos charlas y un artículo impreso en un panfleto ya son expertos.

Por eso no dejo de sorprenderme como personas que ni siquiera  habían visto un telediario (ni lo han visto todavía alegando que están políticamente mediatizados) para ver qué pasa en el mundo, saben de tantas cosas que pasan en él. A mí, en cambio, me gusta ver los informativos, no sólo de un grupo mediático, sino de todos (incluso los de la sexta e intereconomía, que son de vergüenza para cualquiera que tengan dos dedos de frente).

Su mentalidad: cambiar el mundo aunque peligre lo conseguido con tanto esfuerzo por nuestros padres y abuelos. Su método: la revolución y la lucha. Más que un movimiento surgido de un clamor popular ante una clase política a la que hay que vigilar más, ahora parece un grupo guerrillero o una secta, en la que estás conmigo o estás contra mí, sin llegar a ver y valorar los puntos de encuentros y ahondar en ellos.

Poniéndome un poco filosófico planteo un par de términos:
La verdad. Muchos buscan la verdad y solo encuentran su verdad. Y es que la verdad no existe. Lo que existe es mi verdad, tu verdad, su verdad, la verdad de ellos. Es un lío, pero no tengo otra manera de explicarlo. Lo que quiero decir es que cada uno tiene su verdad porque la verdad absoluta no existe.
La razón. Todos creemos tener la razón en todos los temas y que nuestra visión es la correcta. Creemos estar en lo cierto. Pero lo cierto según creo yo es que es muy difícil toda la razón, o todo lo contrario, no tener nada de razón.

Es curioso como leyendo artículos y opiniones de muy diversas posturas, me encuentro con expresiones “tomar la calle”, “revolución”, “clase obrera”, “lucha de clases”, “explotación”, cacique”… Par mi es triste observar cómo estas expresiones que más bien corresponden a escritos de principios del siglo XX que a opiniones de jóvenes del siglo XXI.

Y digo triste porque no ven en el momento que estas palabras comenzaron a ponerse por escrito, ya que tal vez debido a las circunstancias de esos momentos la lucha era necesaria: los trabajadores (notad que no hago distinción de obreros, proletariado o campesino) eran literalmente explotados y había que cambiar esa situación. A mi entender la solución fue la evolución del sistema organizativo gubernamental, el cual evolucionó desde un sistema autocrático hasta el estado social y democrático de derecho. En ningún modo he visto nunca la solución de la evolución hasta un estado socialista o comunista o como los guays quieran llamarlo.

Hoy día, según mi visión, está del todo fuera de lugar hablar en estos términos. Me explico. No conozco, repito y recalco, no conozco ningún caso de explotación a trabajadores. No digo que no exista, sino que yo no lo conozco. Por tanto he de pensar que como es posible que exista, hay que intentar denunciar tales situaciones para que no se vuelvan a repetir. Sin embargo conozco muchas injusticias, que son las que hay que evitar.

Es más, la inmensa mayoría de trabajadores tiene una jornada semanal de 40 horas, que aunque hay sectores como el transporte que son jornadas más largas, aunque realmente las horas productivas sean muy inferiores, hay casos como por ejemplo los funcionarios que tienen jornada de 35 horas semanales y lo más escandaloso los profesores y maestros que no llegan ni a 18 horas semanales. Si, señores y señoras, escandaloso. Lo mismo es de injusto que se tenga una jornada laboral de 60 horas semanales como que se tenga de 18. Son extremos que no deben darse y si se dan, corregirlos sin hacer demagogia con una realidad tan justa como es posible en estos momentos atendiendo siempre a la maldad humana, todo por intereses personales: si soy empresario, que trabajen 60 horas, y si soy maestro que trabajen 18 horas. No señores, esto no es así, por mucho que os empeñéis. Hay que trabajar y sobre todo producir, que ésa es otra: la gran productividad que se tiene en los trabajos, debido a esa mentalidad que la mayoría de los trabajadores tienen que se les está explotando por el empresario que le roba todos los meses. ¿Pero qué mentalidad es ésta?

Otro tema aparte de la poca productividad es el de los derechos adquiridos. Enunciando algunos como por ejemplo, un mes de vacaciones sin trabajar cobrando, puentes y festivos durante todo el año, días de baja aunque sean por causas leves o depresión, baja maternal o paternal, días propios, ingreso o fallecimiento de familiares, despido de un mes y medio de salario por cada año trabajado en caso de despido, un mes de diciembre con 10 días laborales, en fin… ¿Estamos en la misma situación que a finales del s XIX o principios del XX?. Creo que no. En algunos casos se ha dado la vuelta a la tortilla de las injusticias, pasando del lado del trabajador al lado del empresario. De una situación en la que trabajando la familia entera padre, madre y tres hijos pequeños de doce, diez y nueve años para poder comer casi todos los días, se ha pasado a una situación de que el trabajador es quien ordena y manda en las empresas, o eso se creen ellos, como el caso extremo de los trabajadores de Delphi, que se creían que mandaban, cometiendo tal cantidad de atropellos que la empresa no tuvo más remedio que despedirlos a todos e irse a otra parte, teniendo así la excusa perfecta para la deslocalización. Otro caso de corte mafioso por ejemplo es el del gremio de los escayolistas y yeseros en la provincia de Cádiz, los cuales si tienes una obra y se ponen ellos en la puerta, tú como empresario no puedes contratar a los yeseros y escayolistas que quieras, sino solo a ellos. Opinad vosotros mismos.

Mi opinión es que injusticias hay los dos lados (empresarios y trabajadores) y hay que tratar de corregirlas, pero la solución en una sociedad que ha avanzado tanto en todos los aspectos, no es ni una revolución, ni una lucha, ni una guerra, ni nada que se le parezca. El cambio ha de venir por la evolución pacífica y justa. Hemos avanzado mucho aunque algunos vean que la situación está igual que a principios del XIX. Hay gente para todo y de todas opiniones, pero la realidad está ahí. Por lo menos en nuestro país y en nuestro entorno, ya que en otros países desgraciadamente es todo una catástrofe el derecho civil y laboral. Hay que seguir avanzando, pero no a base de revoluciones y guerras, las cuales no se libran sin tener bajas humanas y eso no se puede consentir.

Salvando las distancias claro está, no puedo dejar de ver una pequeñisima similitud con el tema del terrorismo vasco, en el cual, sus activistas argumentan de una manera pueril los actos de terrorismo para reivindicar un cambio político que solo ellos ven, llegando a calificar a sus presos como políticos aún siendo condenados no por querer una nueva realidad política, sino por matar, mutilar, amenazar y extorsionar. Por favor que he dicho salvando las distancias y que veo una pequeñísima similitud, no me malinterpreteis.

La única fuerza violenta en la que creo es en la del guantazo, que es lo que más de uno necesita hoy día. Muchos me calificaran de bárbaro, pero sin embargo alientan actos de terrorismo callejero como quema de inmuebles (de quien sean es lo de menos), quebranto de la llamada paz social, toma literal de calles y plazas argumentada en unos derechos no existentes, etc… cuando yo lo único que digo es que con un solo y simple guantazo bien dado se corregirían muchas mentes obcecadas en extremismos basados en una realidad inexistente o mentes distorsionadas por porros u otras drogas peores.

Siempre digo una cosa. Si queréis experimentos socialistas-comunistas, iros a Cuba y vivid allí como un cubano, no como un español de vacaciones. Reconoced que la situación no es tan mala y a su vez que es imposible que un trabajador gane 3.000 euros al mes, le regalen la casa y el coche, tenga cinco meses de vacaciones, un mes de diciembre con 10 días laborales, bajas y derechos e indemnizaciones de todo tipo. No digo que el trabajador no pueda aspirar a algo más, pero es que en algunos casos se llega a exprimir al empresario. Son estos casos los que hay que evitar. Los extremos nunca son buenos.


Bueno, para los pobres de espíritu y para que no se me malinterprete en todo lo anteriormente expuesto, cosa que algunos son capaces de hacer fácilmente sesgando frase a frase voy a exponer las ideas que he querido plasmar. Si no lo he conseguido, me disculpo, pero mis neuronas no dan para más, lo reconozco:

-Sorpresa ante una sociedad como la española que pasa del más puro pasotismo ante la política a convertirse en doctores en ciencia política de toda la vida.
-Indignación ante las personas que quieren cambiar unas injusticias laborales con revoluciones, lucha de clases, movimientos violentos, amparados o considerándolas como explotación de una clase obrera que vive como clase media en todos los aspectos. Pensad que el cambio puede ser peor que lo que hay ahora mismo.
-Injusticias hay en todos lados. Hay que evitarlas por los medios democráticos existentes.